sábado, 9 de agosto de 2008

¿opuestos cercanos?

últimamente circulan correos de personas que están en contra de la nueva Constitución y que llaman a votar por el NO, lo cual es válido y respetable, pero lo que me llama la atención es lo diversos y poco convincentes que, por lo menos a mi, me resultan.

Por un lado, me ha llegado de varias personas la opinión de Pablo Lucio Paredes, talvez de los pocos opositores que tienen una posición político-idológica clara y fundamentada. No comparto en absoluto su visión y sus planteamientos, sin embargo me parece una persona inteligente y preparada y lo respeto porque es consistente, serio y consecuente con lo que piensa desde siempre.

También, y de las mismas personas, me han llegado correos que expresan la posición de representantes indígenas y mi percepción es que la oposición la hacen desde el resentimiento y el descontento de sectores que, sin negar que sean justas sus reivindicaciones, no valoran los avances que se incorporan y que son pasos que llevan a que se recojan en un futuro no muy lejano todas sus aspiraciones. Estas posiciones son exactamente las opuestas a la que menciono en el párrafo anterior.

Pero lo que más me llama la atención es que los que envían dichas "cadenas" son personas que por un lado tienen un discurso que siempre me pareció progresista y muy cercano a lo que el Gobierno del Presidente Correa plantea; y por otro, que responde no precisamente a razones de tipo ideológico sino a que no les son simpáticas las personas que forman parte de ese Gobierno, porque no pertenecen a familias o apellidos conocidos, no son los que siempre han estado o porque simplemente provienen de un mundo menos convencional pero indudablemente más intelectual, no corrupto, honestos y por sobretodo, creativo en términos de pensar al país.

Son personas que siguen en ese que parecía un eterno juego de oponerse por oponerse sin sentarse a pensar en que si todos queremos cambios y es cercana la posibilidad de que se materialicen por fin en algo nuevo que empieza incluso por la forma de hacer política y de ver lo político, entonces hay que aceptar las propuestas, sin dejar de ser críticos, obviamente, pero con la disposición a sumarse al esfuerzo.

Y por último, me queda la sensación que no existe un interlocutor válido opositor ni una instancia clara y amplia que agrupe a esa oposición tan diversa y antagónica entre sí, que no se sabe exactamente a qué sectores sociales, políticos, productivos o empresariales pertenece, aparte de algunos que sí se reconocen con claridad a través de tres medios de comunicación importantes y que si estuviera agrupada podría también aportar, con elementos fundamentados y no las típicas descalificaciones, desde su lugar y con una posición clara a la construcción del país, porque hasta ahora, responde algo disperso, antagónico y poco coherente en términos políticos e ideológicos.

Finalmente me pregunto sobre los que mandan las cadenas ¿si se ponen la mano en el corazón y piensan usando la razón, realmente van a votar por el NO y por lo que siempre ha sido el Ecuador y que tanto han despreciado?