martes, 16 de septiembre de 2008

unasur

ayer en Santiago se realizó la cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, en la que participaron nueve de los 12 presidentes de los países miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile que fue el país anfitrión por ocupar la presidencia pro témpore del organismo regional; Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela; además del Canciller del Perú, delegados de Surinam y Guyana el Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA.

Despúes de casi seis horas de reunión, los presidentes emitieron la Declaración de la Moneda que en nueve puntos expresa la preocupacion por la crisis política por la que atraviesa Bolivia, así como la solidaridad con el gobierno boliviano y el rechazo a cualquier situación que atente contra el orden institucional y la unidad territorial boliviana. También se acordó constituir una comisión que investigue la masacre en la región de Pando que costó casi treinta vidas.

Más allá de la importancia que tiene la convocatoria y la asistencia de los presidentes de la región, del respaldo al gobierno boliviano y la declaración misma, que en sí es un acto formal, la lectura se debe encaminar al resguardo de la democracia y la institucionalidad en nuestros países, a que los procesos se den en un marco de respeto y convivencia sana basada en la imperiosa necesidad de que la oposición a ellos se constituya en un aporte constructivo encaminado al fortalecimiento de la democracia más que a desestabilizarla; es necesaria una mayor tolerancia y el que se dejen de lado consideraciones personales, resentimientos sociales y políticos como una manera de canalizar energías en propuestas positivas para encontrar los mecanismos que permitan a todos los actores políticos, económicos y sociales, de cada país, ser protagonistas del pensar en un proyecto país.

Por otro lado, la reunión presidencial de ayer, aparte de ser un acto de solidaridad con Bolivia y su gobierno, motivo de la convocatoria, sienta precedente frente a cualquier intento de desestabilización y es también una forma de subrayar la unidad que impera en la región y la actitud de resguardo de nuestras democracias, así como también una forma de imponerse como un cuerpo de actores con una meta común en el que no caben protagonistas individuales a nivel regional. En ese sentido las palabras de Evo Morales referidas a que es la primera vez que los países suramericanos buscan resolver por sí mismos sus problemas, lo reflejan bien.