Desde el primer PS2 de la IBM
que llegó a la oficina, allá por 1990, y con el que tuve la "obligación" de familiarizarme, obligación que agradezco infinitamente porque me entregó una herramienta única de aprendizaje, no he dejado de aprender. Fui la única que lo manejaba, configuraba, instalaba y entendía de sistemas operativos, tasks, configuraciones, etc., y jamás habría traspasado esta maravillosa puerta al camino de lo interminable si no era porque me lo encargaron.Aprendí pronto como acceder a Internet, había que usar el protocolo Gopher para conectarse a esa red desconocida, el TCP/IP eran siglas asociadas a la ardilla y simplemente funcionaban, no importaba como, pero funcionaban. Configurar accesos fue el siguiente paso, conseguirse proveedores de acceso telefónico desde casa para descubrir ese infinito incierto fue otro capítulo. Marcela, la amiga querida que me regaló el diskette que traía ese programita de historietas para "hablar con otros", que le había mandado otra amiga desde Baires., fue la causante de que llegue al mundo de la interacción. Ella aún no lo entiende pero sabe lo feliz que me hizo.
Durante años anduve con esa extraña sensación de hacer algo clandestino. Conversaba con extraños en las redes, hablaba con Italia y me enseñaban italiano, con Kuwait (y entendí lo que era el mundo hacker chateando con uno de ese lugar), con España, Canadá, Estados Unidos, Francia, México...el mundo. Conocí a uno de Montreal que hacía su tesis de magister sobre Jodorowski, y yo le traducía del Español al Inglés los textos con un sentido no literal y el luego los usaba para su trabajo. Era rara para el mundo, si lo contaba no entendían y me creían loca y sin embargo me iba adentrando en un mundo tan lejano y a la vez cercano y eso me apasionaba. Conocía el mundo sin conocerlo y entendía los avances de la tecnología a través de su uso cotidiano !qué afortunada!! y recién lo entiendo, antes me sentía solo eso, una pirata clandestina del cyberespacio porque nadie me entendía, excepto los que usaban la misma tecnología y mis hijas que son unas perfectas nativas digitales porque prácticamente nacieron y crecieron en eso.
¿Y como se viene la mano con todo esto? ¿de dónde surjen estas siglas maravillosas que comunican a la gente?
A comienzos de los años 60 en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en los Estados Unidos trabajan en la formulación del Multics, un amplio sistema operativo interactivo que desde un computador central podía mejorar los sistemas de seguridad de la información. Al poco tiempo y en parte por bajar costos crearon otro sistema operativo multitarea al que le agregaron ficheros que permitían además procesar la información, interpretar órdenes y administrar pequeños programas adicionales, al que le llamaron Unics, que una vez que fue mejorado pasó a llamarse UNIX. Este programa, financiado por la empresa de comunicaciones AT&T se puso a disposición del gobierno de los Estados Unidos, de universidades y empresas a través de la venta de licencias y luego de incorporarle lenguajes de programación (BCPL y BSD) que permitieron agregar el protocolo TCP/IP (utilizado hasta ahora) y que dio origen a Internet.
Desde comienzos de los ’80, el sistema BSD más desarrollado se comercializó al punto que varias empresas generaron variantes del UNIX, dos de las cuales utilizan hasta ahora: las que desde el lenguaje B generaron aplicaciones para edición, procesamiento, comparación y archivo de textos, administración de sistemas, documentación y comunicación (Basic, que es de tipo alfanumérico), y que se constituye en el soporte de los computadores tipo personal (PC); y, la que dio origen a programas que en sus modificaciones se han constituido en el soporte del software libre, tema sobre el que se volverá más adelante Como acotación, es también la base de sofisticados protocolos como el NetBSD que utiliza, por ejemplo, la NASA a través de modificaciones del protocolo TCP/IP (protocolo de acceso a Internet desde un computador) para la comunicación satelital.
El UNIX, permite desarrollar los primeros protocolos de comunicación entre usuarios de computadores mediante el envío de un mensaje que podía ser respondido, en tiempo diferido, desde otra máquina con el añadido que permitía transmitir información.
En la década de los ’90 aparecen los primeros “salones” o “salas” de conversación (chat room) en línea, todos de acceso libre para cualquier usuario mediante programas fáciles de descarga, instalación y uso con un bajo nivel de exigencia tecnológica. Entonces fueron aprovechados por universidades del norte de Europa, Estados Unidos, Canadá y España como herramientas pedagógicas; tal es el caso de la Universidad de Girona en España y recién en el 2009 por la Universidad Veracruzana de México con el mismo fin.
El finlandés Jarkko Oikarinen , para desarrollar estos programas se basa en un sistema de transferencia de ficheros electrónicos, a través de un protocolo de almacenamiento con soporte en una plataforma de conexión a Internet (como la del correo electrónico) llamada Bitnet, para transformar el UNIX y desarrollar, en 1988, el IRC (Internet Relay Chat), primer sistema de comunicación masiva via Internet a través de pequeños programas tipo shareware o programas de uso libre pero con aplicaciones restringidas a cambio de un pago y de uso casero (mIRC, pIRCh, etc). A éstos los asocia a un sistema de servidores ubicados inicialmente en Finlandia y que luego se expandieron a otros países europeos, Estados Unidos y Canadá (Undernet, Dalnet, Elfnet, etc.) mediante la colaboración de profesionales de diversas universidades. Este es un sistema de conversación multiusuario a través del protocolo DCC (Direct Client-to-Client), desde el cual se desarrolla también el clásico ICQ (I seek you), que funcionaba a través del protocolo DCC. Éste es importante por ser el primer programa de mensajería en tiempo real que dio lugar a todos los otros programas de mensajería instantánea.
Aunque antes ya se utilizaban como espacios de discusión de temas académicos, culturales o científicos, los que por ser abiertos podían ser aprovechados libremente, con incluso, una buena acogida por quienes participaban, estos programas se popularizaron al punto que las empresas proveedoras de Internet toman esos protocolos para utilizarlos, a fines de los ‘90 en sus plataformas Web como sitios de interacción.
