"El personaje de Ecuadoradio" (audio), es un programa de entrevistas que conducen los periodistas Miguel Rivadeneira y Gonzalo Ruíz. En la edición del 31 de octubre transmitida por Platinum y del 1 de noviembre por Radio Quito, el invitado de la semana, fue el médico, periodista y caricaturista Asdrúbal de la Torre (1927), quien ha ejercido éste último oficio por más de 60 años. Se inició en el desaparecido diario El Sol como caricaturista deportivo, para luego, dedicarse a la caricatura política en El Comercio entre 1952 y 1976 y hasta la actualidad en el diario HOY, los tres de Quito. En esta entrevista habla sobre su vida, sobre el periodismo, la caricatura y el ser caricaturista y también sobre su visión de lo que sucede con el periodismo en el Ecuador.
En la entrevista, el periodista y caricaturista dice:
el tema de la caricatura está ligado directamente a una facilidad en el dibujo, es decir, ligado al tema del arte necesariamente. Recuerdo desde muy niño me gustaba dibujar bastante y podía hacer caricaturas, muy elementales. Ya desde la escuela, a los compañeros, a los profesores les hacía caricaturas, de modo que nací con esa posibilidad del dibujo
la caricatura, mas bien, siempre tiene un lado muy positivo, muy atractivo, sobretodo si uno la lleva con la idea de alegría, de hacer las cosas con simpatía.
he intentado durante toda mi época de caricaturista y de periodista ver la posibilidad de ir creando caricaturistas, porque todo medio de comunicación, por lo menos los escritos hasta hoy, en su página editorial mantiene una opinión de un caricaturista. Y, desde luego, ahora con el periodismo virtual también los periódicos virtuales, sobretodo de Estados Unidos y muchos de Europa, mantienen una caricatura dentro de su publicación. Pero no ha sido posible. Primero no hay una respuesta adecuada de este tipo de habilidad para poder manejar la línea y el dibujo, y no pudimos nunca establecer la posibilidad de un curso o alguna forma que cree caricaturistas.
es interesante, y hago un pequeño paréntesis, estoy hablando de mi infancia, de mi juventud, de mi educación en la universidad. La educación era lo que se está buscando ahora, en estos día se está discutiendo tanto frente al bachillerato único. La eduación era humanista, sobretodo. Nuestros profesores, sobre los universitarios, la mayoría eran graduados en Europa, sobretodo en Francia, de modo que teníamos profesores que nos enseñaban primero a ser seres humanos
la amistad es una de las bases de la existencia y de la sociabilidad. Es una de las razones por las que he permanecido y sigo ya cincuenta años, siendo un rotario, porque la base del rotarismo es eso, un servicio a través de la ocupación y de la amistad.
fui muy deportista. Sobretodo hice andinismo, hice ciclismo. En andinismo teníamos un grupo universitario de ascencionismo. Estuvimos en casi todas las montañas del país. Internacionalmente las condiciones que había en esa época eran muy duras porque no había equipos, de modo que subíamos con sogas, prácticamente.
En el ciclismo si, pertenecí a un grupo de ciclistas que, incluso, competíamos con regular frecuencia.
En el ciclismo si, pertenecí a un grupo de ciclistas que, incluso, competíamos con regular frecuencia.
siempre me gustó la medicina, no sé por qué. Parece que existe cierta tendencia. A la mayoría de médicos les gusta el tema del arte, saben música. Debe haber habido una cierta tendencia para hacer las dos actividades.
hay una especie de atractivo para realizar las dos actividades. 25 años hice con absoluta actividad la medicina, luego dejé porque ingresé a temas políticos y son disciplinas que no permiten descuidarse absolutamente. En la medicina debes mantenerte estudiando y muy actualizado y si te has dedicado a otra actividad necesariamente tienes que volver a prepararte para estar al día o simplemente, después de 25 años, hice un pequeño acto en el que colgué mi fonetoscopio y me dediqué solamente a los temas de la comunicación.
comencé en el periodismo en el año 1951, esto fue en el diario El Sol. Fue un periódico que fundó Benjamín Carrión con un grupo de intelectuales y me invitaron para que hiciera caricatura deportiva.
es impresionante lo que significa la caricatura deportiva, no la cultivamos mucho aquí, veo que casi todos nos dedicamos a la caricatura política, pero tiene un impacto realmente grande, al extremo que cuando ilustro los editoriales del diario HOY y hacemos un tema deportivo es la única vez que recibo llamadas al por mayor de personas que comentan la caricatura deportiva.
en el año 1952, sorpresivamente fui llamado por el señor Jorge Mantilla que era el director del periódico, en ese entonces. Se alternaban con Carlos Mantilla, los dos hijos de Carlos padre, a quien también conocí, estuve también con él algún tiempo. Me llamó para que hiciera caricatura política. Solamente la juventud y la decisión pueden haberme llevado a responder que sí podía hacer una caricatura diaria. Aquí no se hacía caricatura diaria, la caricatura era esporádica en los periódicos y desde luego que fue bastante duro al comienzo. Me hice en el diario El Comercio con profesionales de excepción. Cito por ejemplo, a Raúl Andrade. Fue un grupo privilegiado de escritores. José Alfredo Llerena fue un escritor, un literato de primer orden
me inicié en el Diario El Comercio, en esa época estaba todavía vivo don Carlos Mantilla Jácome, de modo que hasta el momento son cuatro generaciones con quienes he trabajado y sigo haciéndolo actualemente en el diario HOY. Para mi los recuerdos están ligados sobretodo al diario El Comercio y a mis compañeros. Este tipo de periodismo que hacíamos era un periodismo agradable y amigable porque no existía la tecnología que hay ahora. Me ha tocado ver como ha cambiado la tecnología en 60 años. Trabajábamos en la tarde, la noche. Los periodistas en el día recogían información y a las seis de la tarde empezábamos a trabajar hasta las dos de la mañana. Llegamos a socializar mucho y aun hoy, pasados tantos años, ese grupo de El Comercio nos seguimos reuniendo en casa de cada uno. Hemos visto como ha ido cambiando dentro de la amistad la vida de cada uno de nosotros, pero cercana y atenta a lo que hacíamos.
yo comienzo muy temprano a leer los periódicos, ahora con facilidad con Internet, ya no tengo que estar esperando a que lleguen. Leo los periódicos nacionales, internacionales. Antes de comenzar a buscar un tema para caricatura uno debe estar debidamente informado, esa es la base.
el caricaturista trabaja a través de información. Por eso es que no me preocupo mucho por la responsabilidad ulterior porque ya la tenemos. Hacemos un comentario, o un juicio, a través de cosas publicadas. De modo que cuando hay una publicación me preocupo de revisar que por lo menos tenga dos o tres medios que estén informando sobre el mismo tema para poder hacer un juicio dentro de este tema.
¿y qué sucede dentro de esto? Igual los editorialistas, igual ustedes que están haciendo un comentario editorial trabajamos dentro de este proceso inicial que sería comentar un tema, no damos información. Es importante que los editorialistas no damos información sino que comentamos dentro de un tema informado. Igual que los cronistas no deberían dar opinión porque ellos están dando simplemente la información.
con esa información nosotros hacemos un juicio que es lo que sale, el juicio del editorialista sobre un tema determinado. Y ahí entra un tema importantísimo, que es esto que se habla muy por encima, y hablamos de la ética.
la ética es fundamental, porque la ética está entre hacer ese juicio o hacer un juicio de valor, en lo que hay una diferencia enorme. Todos los días estoy haciendo un juicio de un tema, pero me inhibo y ahí ya viene esa autocensura que toda la vida hemos tenido, y no tenemos por que asustarnos, porque no entramos a juicio de valor de tipo personal. Eso si es sumamente grave porque se puede afectar la honra y sobretodo en la caricatura que tiene interpretación variada. No he encontrado dos personas que vean de la misma forma la caricatura o que interpreten de la misma manera…siempre estamos al filo del cuchillo.
la autoridad tiene que estar sujeta a que se hagan los comentarios. En mi experiencia que son 60 años de caricaturista y de trabajar en medios de comunicación y de haber estado manejando la comunicación, en CIESPAL, incluso dirigiendo la institución, me han tocado aproximadamente unos 24 gobiernos de estar comentando, haciendo opinión. La mayoría, casi todos han aceptado, unos talvez con desagrado y otros con mucho agrado.
hay ejemplos muy claros. Otto Arosemena era un gobernante que recibía la crítica y sobretodo la crítica humorística con entusiasmo, todo el tiempo estaba llamando, era atento. En ese tiempo editábamos una revista que era “La Bunga, con un grupo de compañeros del diario El Comercio y le propusimos una condecoración y le dimos La Bunga de oro. Galo Plaza era otro muy receptivo, Rodrigo Borja. En fin, ha habido varios.
mas bien, al revés, esta especie de resistencia, este, yo diría, odio recesivo, porque los odios normalmente son recesivos y corresponden a algún trauma en alguna época de la infancia, de la adolescencia, en fin. Es de las pocas veces que veo existe esta tendencia a mantener una permanente discusión o un alejamiento de los medios de comunicación, que sí me sorprende.
en alguna forma encontré en la época de José María Velasco Ibarra, sobretodo cuando tuvo su ministro Camilo Ponce que al parecer influía mucho en sus decisiones y desde luego en la época de León Febres Cordero que lo manifestaba así con los medios de comunicación.
ese es un aspecto absolutamente personal de quien lo está haciendo. A mi particularmente me parece que es exagerada la reacción frente a un determinado tema. El respeto que uno tiene personal y el respeto que le dá la comunidad a uno, pues, no puede verse afectado por una frase para llegar a esos extremos de reacción. Eso se va forjando, se va forjando durante día a día, minuto a minuto, de manera que el gobernante goza de ese respeto.
recuerdo la molestia que yo tenía viendo a un Presidente de la República, a nuestro Presidente actual el día de los acontecimientos del 30S, que hubo un momento en que estuvo absolutamente sólo y fue realmente vejado. Esas cosas no pueden pasar porque se ha ido forjando esa dignidad y ese respeto al gobernante, pero eso sucedió y vale la pena que recuerde que la caricatura, la fotografía, la información reproducen un momento determinado, a menos que se intente reproducir una historia. El momento determinado era un hombre sólo, un Presidente de la República solo, ultrajado, vilipendiado y pues esa fue mi reacción de una caricatura que se interpretó muy mal, desde luego, porque cuando yo preguntaba o decía que no estaban los ministros, pues eso es lo que yo estaba viendo y lo que había visto el país en un momento determinado. Es posible y luego lo explicaron: que estuvieron adentro, que acompañaron todo el tiempo, perfecto, esa es su obligación. Pero vale la pena ese ejemplo porque a veces la interpretación es totalmente diversa a lo que el caricaturista ha querido darla o el periodista ha querido darla.
¿dónde está esa línea? Esa línea está en la vida del periodista. Esa línea se forjó primero en su infancia, se forjó en su juventud, en la educación que tuvo en su hogar, donde se fueron forjando principios básicos de respeto humano, de modo que cuando llega el momento de poder exteriorizar eso, todas estas cosas confluyen a mantener esa línea. Por ejemplo, no comprendo y traigo a colación el tema de usar improperios, insultos en una presentación. Pues no concibo porque no tuve esa educación. Entonces, el periodista llega un momento que no puede tener más allá de dos o tres palabras hirientes o soeces, o como quiera llamarla, y el resto es toda su aportación de una vida de respeto y de buscar la información, el comentario, sin ofender al resto de personas, dentro de la actuación de la persona, no del caso personal.
se suma una responsabilidad enorme porque cuando se hace una caricatura por día, significa que se está dejando una imagen de ese día en la historia del país. Creo sinceramente que dentro de la historia del país está la caricatura todos los días. ¿Qué significa eso en un conteo por encima? Que posiblemente el caricaturista ha dibujado 30 mil caricaturas o una cantidad parecida a esa, de manera que es un acervo de experiencias que uno va tomando, va recogiendo y no sólo el chiste gracioso, que me encanta, que gozo, pero esto es encontrar el humor dentro de la política, que no es humor, que es seriedad, que es vida de país.
nos pasa a todos, les pasa a ustedes, a nuestros amigos editorialistas, a todos quienes trabajamos en el medio. El tema es la cosa más dura que existe en el día. Sin embargo este profesionalismo que se va forjando determina que podemos encontrar temas para cubrir el análisis del día, y a veces que ese tema que no tiene nada de gracioso, nada de trascendente, nada importante, pero en el periodismo hay que cubrir día a día y es un engranaje que uno no puede dejar.
el periodista es una persona absolutamente disciplinada. Ustedes son gente absolutamente disciplinada. Trabajamos con horarios fijos perfectos. No me puedo dar el lujo, como caricaturista, de demorarme en la entrega de un trabajo porque determino que todo un engranaje de un periódico se detenga y ese periódico ya no puede ser entregado a la hora y se ha creado todo un conflicto. Entonces hemos aprendido a ser absolutamente ordenados y disciplinados, dos cosas fundamentales.
se dice muy por encima “la caricatura es muy seria”, es absolutamente seria y los caricaturistas políticos no somos ni siquiera simpáticos, peor graciosos. Sale de adentro la caricatura. La caricatura no detiene absolutamente nada. Aflora, se la modera en muchos casos. Si hiciéramos lo que sale como reacción afectiva o defectiva viviríamos en la cárcel. Hay ironía y el lado simpático y agradable. El lector busca el lado agradable además del comentario.
todos los días veo a mis compañeros caricaturistas, necesariamente. Si me preocupa en determinados caricaturistas la calidad del dibujo. La calidad del dibujo es importante, es la base de la caricatura está dada dentro del dibujo, es una expresión artística, pero después se suman otros componentes. No puedo juzgar porque a todos les veo con cariño enorme y cuando hay cariño no se puede juzgar.
me muevo muy bien dentro de la informática,dentro de los últimos procesos de tecnología, no soy un experto pero me muevo dentro de eso. Recuerdo que hace 60 años el diario El Comercio todavía usaba linotipo. El linotipo eran unas máquinas que iban armando letra por letra, ya automáticamente con un teclado. Unas planchas de plomo que se imprimían en forma horizontal, primero y luego ya rotativa. Eran unas tejas de plomo. Eso significaba las dificultades técnicas dentro de eso. Cuando ahora hago un dibujo no me preocupo de la línea o qué va a suceder. En esa época teníamos que aprender, no había quien nos ayude, de modo que yo aprendí a hacer clichés. De modo que hacía mi dibujo y después tenía que hacer el cliché. El cliché era un proceso en una plancha metálica que se impregnaba hacia la luz determinadas cosas y había que trabajarla en ácido, era como el grabado, de modo que todos los días había que hacer un grabado y debe ser una de las razones por las que mi dibujo tiene línea gruesa, porque tenía que hacer línea gruesa para que no desaparezca en el proceso. Luego vinieron ya las rotativas, vino el offsett, apareció ya el transistor, cambiamos las cosas, luego aparece el chip, el teléfono móvil y va moviéndose y va cambiando absolutamente todo desde esa rigidez inicial que teníamos tan dura de trabajo, que hablaba en las noches, agradable. Ahora tiene una actividad mucho más liberada donde el periodista realmente tiene en sus manos una serie de posibilidades y desde cualquier sitio puede transmitir no solo la información sino la imagen de gran calidad, con una definición altísima.
no se puede cambiar el lápiz. He intentado usar el lápiz digital. La informática es muerta, es un elemento absolutamente duro, muerto, no tiene la sensibilidad del lápiz. El lápiz está sujeto a la presión de los dedos y a la intención que uno tiene de trabajar. Una línea fina, una línea gruesa, un reprise de línea, etc. para quienes usan muchas líneas, fondos. Talvez ahora algunos caricaturistas están usando su computador para dar sombra o color, pero eso es secundario. Es una línea muerta que no me llega y que no le llega a nadie.
“La Bunga” nació cuando un grupo de amigos nos reuníamos y un día dijimos por qué no lo ponemos en una revista. Esta revista no tenía ni pies ni cabeza. Simplemente nos reuníamos. César Larrea era el que organizaba. Vendíamos la revista, en la siguiente reunión nos tomábamos lo que se había ganado y volvíamos a endeudarnos para hacer la revista. Teníamos publicidad que a veces no gustaba, era irónica, en broma y era una publicidad excelente, al extremo que no nos faltaba publicidad para la revista. Está en bibliotecas, en todas partes y tengo una colección empastada.
muchas cosas se repiten.y para las caricaturas he utilizado personajes. Dentro del humor es algo peligroso porque llegan un momento en que trabajan solos. Hay a quien echarle la culpa porque ya no es el humorista, es el personaje.
si creo que hemos llegado a un punto extremo. Es lógico, cuando hay agresión de lado y lado y llega un punto en el que no se sabe quien es el agresor. A mi manera de ver le está haciendo daño al periodismo. Los medios de comunicación no sólo sobrevivirán a las épocas políticas y a las personas. Hay que poner fin a esto que se está dando. Está sobrepasando las fronteras nacionales y creo que las personas que están al otro lado, el Gobierno, tienen acceso a los medios de comunicación por Internet y pueden ver como se está creando una imagen que es absolutamente negativa para el país y para todos.
creo que está dentro de las posibilidades ir progresando, avanzar en varios temas poder servir a su país. Si le dan la oportunidad, a un periodista, de servir a un país hay que hacerlo pero no se debe mezclar. El único caso en que no he hecho caricatura política has sido cuando fui ministro, cuando he estado en el servicio público. Se debe trabajar con metas. Entre tres ministros de salud nos pusimos de acuerdo y construimos toda la infraestructura hospitalaria del país. Y luego es indispensable rendir cuentas y mostrar como se ha manejado la parte económica de un país. Me siento con toda la libertad de decir que no he tenido ni una sola glosa en dos administraciones.
respondo por lo que he hecho. No he usado absolutamente nada, he sido muy humilde en todos mis aspectos. Entré como funcionario público y salí exactamente igual. Vivo mi propia vida, nunca tuve nada, no tuve enriquecimiento. Vivo la vida de un periodista común y corriente, dentro de los retos que se le imponen a cada uno en la vida.
es importante la opinión para exigir que se rindan cuentas, para saber cuales han sido las actividades que se ha hecho. Había un pequeño hospital en la zona de Riobamba, en Colta, que los indígenas de la zona no ocupaban. Un periodista que hizo una crítica dura sobre el hospital. Sin enojarme buscamos las razones por las que no se ocupaba y eran razones de tipo social. El indígena de la zona no usaba un hospital porque no estaba acostumbrado. Venían de una zona de lodo y entraban a un pasillo blanco. Iban a una ventanilla y les hablaban en otro idioma. Iban al médico y a la señora le hacían desvestir. Cambiamos eso y hubo un 100% de utilización.
la libertad de expresión si se puede afectar. Esto que está sucediendo lo veo con profunda preocupación, por qué no con temor, por lo que está sucediendo porque estamos entrando a una etapa que simplemente se exacerba mas. Esto que está sucediendo con el diario El Universo, con un periodista. Es igual que un accidente de tránsito que por una mala interpretación de una frase se pueda afectar por el resto de su vida.
a nivel del poder tiene que haber tolerancia, porque ¿qué está haciendo el medio de información? El 90% está informando simplemente. Un gobierno sin información, pues, es un gobierno que no existe. La crítica no es para molestarle a un señor fulano de tal. Un país sin información es un país que no existe.
callarnos los periodistas no vamos a hacerlo. No es la primera vez que vamos a estar defendiendo la libertad de expresión, pero si preocupa profundamente lo que estamos viviendo.
hay comentarios sobre el Ecuador sobre este tema de la comunicación que son preocupantes y duros, no solamente para los periodistas, preocupantes para el futuro del país porque está creando una imagen que es absolutamente negativa para todos los procesos.
caricaturas que me reprimí, muchas. Ha habido veces que hecha la caricatura la he desechado porque se pasa de esa línea de respeto que debemos mantener. El humor es una libertad absoluta de manejarse
he cumplido con mi actividad, mi trabajo y seguiré haciendo mientras sobretodo tenga dos elementos fundamentales. Que funcione bien el cerebro y la mano obedezca
si el tiempo se echara para atrás absolutamente volvería a hacerlo. Veo a mis compañeros, a Jorge Ribadeneira como ama el periodismo, a Alfonsito Laso como ama el deporte.
no fumo, no bebo y no miento. Esa es la base de mi vida.
¿cómo saber cuando algo deja de ser borrador?